“Es fundamental
recordar que un alto índice de violencia verbal pronostica actos de violencia
física a corto o medio plazo”
La violencia es una conducta aprendida y no cambia espontáneamente por
la voluntad o las promesas.
Recursos para los padres
Los padres se
encuentran con un desafío diario en el control de la conducta de su hijo. Hay
errores comunes, como la falta de elogio de una conducta positiva, las
dificultades para mantener una norma disciplinaria o la falta de límites. Utilizad
refuerzos positivos, gratificantes simples ante la buena conducta. Y que ambos
padres acuerden las mismas normas. Que no se contradigan ante el niño ni se
desautoricen el uno al otro. Se pueden usar los castigos, siempre en el mismo
momento de cometida la falta, y no deben necesariamente prolongarse en el
tiempo.
Brindar varias
opciones; escuchar sus gustos y darles la posibilidad de elegir. Enseñar a
compartir actividades y juguetes, estimular el compañerismo y la solidaridad
entre hermanos, para que el niño pueda trasladar esta conducta a otros ámbitos.
Poner límites entre los hermanos, enseñar al niño a respetar a su hermano, sus
juguetes y juegos. Transmitir al niño la capacidad de “esperar”, como un modo
de interiorizar la tolerancia a la frustración; es decir, como una manera de
enseñar al niño a esperar el resultado o a esperar ver su deseo cumplido, que
no todo es “ya”, que debe esperar el momento o que debe esperar su turno.
Mirad al niño
a los ojos antes de darle una orden. Haced que cumplan vuestras órdenes, así
les transmitiréis que siempre que se da una orden esta debe ser cumplida.
Exceso de violencia en la tele
y en los juegos de ordenador
La influencia
negativa de la televisión y la falta de diálogo familiar parecen ser los grandes
responsables de la agresividad de niños y niñas. La labor consciente y
responsable de los padres resulta clave para solucionar este preocupante
problema. Los padres que fomentan el diálogo familiar no tienen por qué
preocuparse. Probablemente, sus hijos controlarán la agresividad, la
canalizarán y la harán salir fuera de un modo más constructivo. En este caso,
las películas agresivas no modificarán su comportamiento: serán solo un
pasatiempo.
Consejos para tener en cuenta
- Dosificar las horas de televisión.
- Enseñarles a diferenciar lo bueno de lo malo, la
realidad de laficción, lo absurdo de lo posible.
- Despertar en ellos el sentido crítico.
- Procurar mantener a los niños al margen de las peleas
familiares y los conflictos de pareja. No hay nada peor para ellos que
presenciar actitudes violentas entre aquellos a los que quieren.